martes, 27 de septiembre de 2011

ESPAGUETIS AL CAFE


INGREDIENTES:
  • 1/2 kilo de ternera picada
  • 1 cebolla mediana
  • 8 cucharadas de salsa de tomate
  • 1/2 taza de café
  • 1/4 kilo de champiñones
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 pizca de azúcar
  • Sal
  • Mejorana
  • 250 grs. de espaguetis
  • Queso parmesano rallado


PREPARACIÓN:
Freír la cebolla y el ajo picados en el aceite de oliva y cuando empiecen a tomar color, añadir los champiñones limpios y fileteados. Rehogar hasta que pierdan el líquido de vegetación.
Añadir la carne picada, sazonar y rehogarla..
Añadir la salsa de tomate y el azúcar y dejar que se haga a fuego lento durante media hora.
Añadir la mejorana, regar con el café y dejar cocer 5 minutos más, sazonar con sal.
Cocer la pasta en abundante agua hirviendo el tiempo indicado en el envase, escurrirla.
Verter la salsa sobre los espaguetis y espolvorear con queso parmesano rallado.

martes, 20 de septiembre de 2011

Bizcocho de capuchino


INGREDIENTES

Para el bizcocho:
  • 150 gr de harina
  • 50 gr de maicena
  • 180 gr de azúcar glas
  • 1/2 bolsita de levadura royal
  • 20 gr de capuchino en polvo
  • 5 huevos
  • 1 cuchara de agua


Para la crema:
  • 250 ml de café
  • 200 gr de chocolate negro
  • 400 ml de nata


Para el glaseado:

  • 150 gr de azúcar glas
  • 2 ó 3 cucharas de café
  • 1 cuchara de aceite.


PREPARACIÓN

El bizcocho:
  • Mezclamos la harina con la maizena, la levadura y el capuchino.
  • Separamos los huevos.
  • Batimos las yemas de huevo con una cuchara de agua, añadimos la mezcla de harina y removemos.
  • Montamos las claras con el azúcar glas a punto de nieve y añadimos a lo anterior con mucho cuidado.
  • Forramos el suelo de un molde desmontable con papel vegetal rellenamos con la masa y con ayuda de una cuchara hundimos el centro, para que el bizcocho no suba en el centro y se quede recto.
  • Horneamos en el horno precalentado a 160º durante 25 ó 30 minutos.
  • Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
  • Limpiamos el molde.
  • Cortamos el bizcocho en tres partes transversalmente. Desmigamos una parte. Otra parte la volvemos a colocar en la base del molde, la otra la reservamos ya que la usaremos de tapa.


La crema:
  • En el café caliente fundimos el chocolate, lo removemos y añadimos el bizcocho desmigado y volvemos a remover. Montamos la nata. Mezclar la nata con el café.
  • Cubrimos la base del bizcocho con la mezcla y tapar con la última capa de bizcocho. Guardamos en frío una noche.

El glaseado:
  • Mezclamos el café, el aceite y el azúcar, removemos hasta que se quede lisa sin grumos. Cubrimos la tarta dejamos secar y decoramos con chocolate fundido.



domingo, 18 de septiembre de 2011

Café de Comercio Justo "Madre Tierra"

   "Elvina es una mujer muy pequeña y muy delgada. En la cara tiene arrugas profundas del sol, de la lluvia, de la vida. Tiene 75 años y nos dice su vecino, que la llama Abuelita, que desde su parcela Elvina tiene una palabra y una ayuda para todo el mundo en la comunidad. Elvina no es de aquí, es de Chiringa. Viene de la costa atlántica. Su rostro no se parece a la gente de aquí. A final de los 70 se quedó viuda y con 7 hijos, 4 niñas y 3 niños, y se mudó al norte en búsqueda de reales para su familia. Venia a la hacienda a vender y trabajaba como jornalera recogiendo café en 1979. Así vivió hasta el final de la guerra. Cuando estaba recogiendo sus cosas y sus hijos para volver un "joven de la reforma agraria" le dijo de quedarse, que el nuevo gobierno no quería que nadie se fuese y le dio 3 manzanas de tierra. Con el tiempo ha aprendido a cultivar el café, los cítricos, la calabaza y un montón de hortalizas más. Tiene terneros y tiene gallinas. Sus hijas viven en Managua, nos dice que son maestras y que sus nietas van a la universidad. –Una está a punto de acabar medicina– nos dice con una luz en los ojos que muestra todo su orgullo. Ella sigue viviendo en una casa con el suelo de barro que al llover se llena de agua, pero alimento no le falta y no se siente sola.

   Está la comunidad y está Susi, la técnica agraria de Aldea Global que viene con su moto de vez en cuando y está Doña Eva que le habla de género y de cuanto es importante que se reconozca el trabajo de la mujer en la producción del café. Doña Elvina nos cuenta que en estas zonas hay muchas mujeres que no tienen nada, que sus maridos las echan de la casa después que llevan años y años atendiendo la casa y la finca, que los hombres son ATARANTADOS, locos, que se gastan todo el dinero en la cantina y no se preocupan si los niños tienen para comer o de arreglar la casa. Ella tiene 20 manzanas de tierra bien cultivada. No tiene marido desde hace mucho tiempo. Con el dinero de Tierra Madre va a darles a sus hijas parte de la tierra porque la tierra nos da la vida y lo es todo. Elvina es un ejemplo para las demás mujeres y lleva las demás a las reuniones con doña Eva. Por la mañana hemos visitado la finca de Vitoria y su compañero Arnulfo: a ellos las cosas no les van bien. La tierra que cultivan es de Vitoria, la ha heredado de su madre pero no tiene papeles y sin papeles no hay crédito. Hace unos meses el gobierno le ha dado el bono: 1 vaca y ahora por lo menos tiene unos terneros. Vitoria ha entregado un quintal de café a Aldea Global para el café Tierra Madre.

   Le preguntamos si va a escriturar las tierras a su nombre o a nombre de su compañero también. Ella nos lo dice casi susurrando, ve doña Eva sonreír y se hace valiente: solo a su nombre, lo ha heredado de su madre y son para su hija. Se me pone la piel de gallina, esta mujer que hoy comerá solo frijoles porque no tiene nada más, sueña algo mejor para su niña. Yo no lo sé si vamos a poder realizar sus sueños con la venta del café pero sí estoy segura de que Vitoria se va a sentir más dueña de su vida con la titularidad de la tierra".





   El café tradicional de Comercio Justo garantiza que no se discrimine a las mujeres ni en la producción ni en la comercialización del mismo. En Intermón Oxfam hemos querido ir un poco más allá. El café Tierra Madre, de aroma arábica, está cultivado por mujeres propietarias de su tierra que forman parte de la cooperativa Aldea Global, de Nicaragua. Al exigir que las mujeres tengan el título de propiedad de sus parcelas, promovemos cambios de titularidad de las tierras, que normalmente están a nombre de hombres.


   Estas mujeres caficultoras, aparte de recibir un precio justo por su producción y la llamada prima social (un plus de 10 céntimos de dólar por libra de café -0,45 kg- para proyectos sociales), recibirán una prima de género que costea el programa de género de la cooperativa Aldea Global, que, entre otras cosas, ayuda a costear los cambios de registro de las fincas para que estén a nombre de las productoras.


   "Madre Tierra" ya comienza a estar disponible algunas de las tiendas Intermón Oxfam y en breve también en la tienda online.


   Pero quedémonos en lo importante y escuchemos otra historia de las mujeres que hay detrás de Madre Tierra, gracias al relato de nuestra colaboradora en el terreno Simona...



   "La escucho muchas veces. Cada vez más emociones y cada vez la entiendo más. Doña Victoria no ha tenido una vida sencilla. Cuando se enamoró de Ernesto se fue con el a cortar café en las haciendas cercanas. Dice que aquí todas las tierras eran de Somoza. El primer gobierno de Daniel Ortega las confiscó y se las repartió. A Victoria y su marido les tocaron 6 manzanas. Mejor dicho: a su marido le tocaron 6 manzanas. Ella no tenía nada. Era la cocinera, nos explica su hija Marta. O peor que una cocinera. Una cocinera recibe una retribución por su trabajo. Doña Victoria no recibía nada. Su marido decidía como ganar los reales de las cosechas del café, que se producía, si sus hijos e hijas iban a la escuela o iban a vender tortillas de maíz en las calles de Jinotega. Hace 3 años su marido ha desaparecido con la enésima amante. Antes pero ha pedido un préstamo a Aldea Global que no ha pagado nunca, perdiendo así la tierra y las esperanzas de Victoria. La cooperativa ha confiado en ella y le ha devuelto la tierra que fue de su marido. Ahora la dueña es ella, ella está al mando y lo único que quiere para el futuro suyo y de sus hijas es devolver el dinero a Aldea, poder acudir a un medico y hasta dejar algo de dinero a la iglesia si le apetece. Yo le pregunto como se siente ahora que es dueña de su vida, ahora que tiene una casa, 20.000 plantitas de café en su vivero, para plantar en otra parcela que quiere comprar con otro préstamo de Aldea. Ella es una mujer luchadora pero también traicionada, a veces se siente feliz, otras muy triste. Las mujeres somos así. Siempre está con Marta, su hija, que también no ha tenido una vida fácil. Después de un matrimonio lleno de violencia y desesperación ahora vive en una casita cerca de la de su mama. Su madre le ha dado la tierra que cultiva. No ha sido fácil pero hace un par de años ha empezado a participar en los talleres de capacitación de Aldea sobre cultivos pero también sobre género, talleres de autoestima para estas mujeres que padecen una discriminación atávica dentro de sus hogares. Doña Eva le ha explicado que lo que parece ser lo habitual en estas zonas rurales no es lo justo, no tiene porque serlo, que hay que quererse, que hay que mirar adelante porque si que dos mujeres pueden sacar una finca adelante, cosechar café de optima calidad y vivir de ello, y construir un futuro mejor para sus hijas.

   Doña Eva. Cuánto hemos aprendido de Eva Pineda!!!. Qué gran trabajo y grandes desafíos tiene: conseguir cambiar actitudes y valores. Me suena: ah es que compartimos desafíos!!!.

   Todas las mujeres que hemos entrevistado han participado en los talleres que Eva ha organizado después de su viaje a España. Le ha contado de España, de los encuentros, pero sobretodo de las voluntarias y voluntarios de Intermón Oxfam. Las mujeres que producen el café Tierra Madre son conscientes, porque me lo han explicado, del gran trabajo que hacen esas señoras de las tiendas que donan una tarde o un poco de su tiempo para que el café producido por otras mujeres se venda. Me decían “imagínate lo duro que es vender un café que cuesta más dinero que muchos de los demás y convencer a la gente de España que lo compre porque es justo”. Yo las felicito, me decían. Se ponía muy emocionante, yo lloro fácilmente. Pensaba a los voluntarios y voluntarias que ha conocido Eva: los de Santiago, de Sevilla, de Jerez…, se acordaba de todos y todas".







miércoles, 14 de septiembre de 2011

Biscotti para acompañar el café


Ingredientes:
  • 1 taza (110 gramos) de harina sin preparar
  • ¾ cucharadita de polvo de hornea
  • ¼ cucharadita de sal
  • 1 huevo
  • 6 cucharadas (85 gramos) de azúcar blanca
  • ¼ taza (55 gramos) de mantequilla sin sal, derretida
  • La ralladura de una naranja (o el equivalente en la ralladura que prefieras)
  • 1 cucharadita de esencia de almendras (o la esencia de tu preferencia)
  • ½ taza (65 gramos) de nueces picadas y tostadas
  • ¼ taza (30 gramos) de frutas secas picadas 





Preparación:

  1. Precalienta el horno a 180ºC (aproximadamente 350ºF). Cubre una bandeja para horno con papel manteca o cobertura de silicona.
  2. En un recipiente, cierne juntos los ingredientes secos: harina, polvo de hornear y sal. Reserva a un lado.
  3. En un recipiente grande, combina el huevo y el azúcar. Bate (a mano o con batidora) hasta que la mezcla tome un color amarillo claro, lo cual debe demorar aproximadamente 3 minutos.
  4. Agrega la mantequilla derretida, la ralladura y la esencia y mezcla hasta que quede uniforme.
  5. Agrega los ingredientes secos que cerniste en el paso 2. Mézclalos con cuidado hasta que queden completamente incorporados.
  6. Agrega las nueces y frutas secas y combina todo muy bien. La mezcla debe quedar suave y pegajosa.
  7. Transfiere la mezcla a la bandeja que preparaste en el paso 1. Forma un “bloque” de aproximadamente 25 cm x 8 cm. Si la mezcla está muy pegajosa, humedece tus dedos. No es necesario amasar ni aplicar mucha presión, solo golpéala ligeramente con la punta de los dedos para estirarla.
  8. Hornea hasta que el bloque está dorado, aproximadamente 20 a 25 minutos. El centro de los bloques aún estará un poco suave.
  9. Retira del horno y baja la temperatura del horno a 150ºC (aproximadamente 300ºF).
  10. Deja reposar en la bandeja por 10 minutos.
  11. Con una espátula grande, transfiere el bloque a una tabla de picar. Utilizando un cuchillo tipo “serrucho” córtalo en diagonal, formando aproximadamente 12 biscotti de 1.5 a 2 cm de grosor.
  12. Acomoda las rebanadas, con el lado “cortado” mirando para abajo sobre la bandeja para horno (la misma que utilizaste anteriormente). Deja un espacio de al menos 1 a 1,5 cm entre un biscotti y otro.
  13. Regresa al horno hasta que doren y se vuelvan crocantes, aproximadamente 17 a 22 minutos más.
  14. Retira la bandeja del horno, deja que enfríen 5 minutos en la bandeja y luego saca los biscotti de la bandeja y déjalos enfriar en una rejilla hasta que estén completamente fríos. Se volverán más crocantes al enfriar.
  15. Luego puedes bañarlos en cobertura de chocolate derretida (o chispas de chocolate derretidas) o utilizarlos tal cual están. 


martes, 6 de septiembre de 2011

LAMINAS DE CHOCOLATE NEGRO CON NATA DE CAFÉ Y FRESAS

Ingredientes:
  • 1 tableta de chocolate amargo de cobertura (250 gramos).
  • 15 fresas.
  • 3 cucharadas de azúcar.
  • 500 gramos de nata para montar.
  • 1 café corto.
  • Chocolate en polvo.



Preparación: 
Calentamos el chocolate al baño de maría o en el microondas. Cuando lo tengamos bien deshecho y algo templado, lo extendemos sobre papel de cocinar formando láminas lo más finas posibles. Hacemos tres láminas (no muy largas) por ración. Las dejamos enfriar y reservamos.

En una sartén con mantequilla salteamos las fresas cortadas a trozos, a las que les añadiremos azúcar.
Con una batidora de varillas montamos la nata a la que le habremos añadido el café corto, el azúcar y un par de cucharadas de chocolate en polvo.

Montamos los platos individualmente, poniendo una lámina de chocolate, una capa de nata con la manga pastelera, otra lámina de chocolate, otra de nata y cubrimos esta con una lámina de chocolate. Por encima pondremos un puñado de fresas.