jueves, 26 de mayo de 2011

Cómo preparar un café perfecto

¿Café en grano o molido?
Ni lo dudes: hazte de un molinillo. El café molido pierde su frescura más rápidamente que el café en grano, porque está más expuesto al oxígeno. Siempre te va a salir más rico si mueles los granos al momento de preparar el café. Otra opción es comprarlo molido envasado al vacío.

¿Torrado o tostado?
El tostado aporta aroma y color a los granos de café. Si en ese proceso se agrega azúcar, el café es “torrado”. ¿Cuál elegir? Todo es cuestión de gustos, pero ten en cuenta que, contrariamente a lo que se cree, el azúcar no “sella” el aroma y el sabor del café, sino que tapa todas sus notas.

Molido: el tamaño sí importa
Si pides que te muelan el café, dí qué tipo de máquina tienes en casa: no es igual para una cafetera de filtro o una espresso que para una prensa francesa (tipo Bodum). Las primeras requieren un molido fino, la última, uno grueso. ¿Por qué? El molido determina la cantidad de tiempo que el agua entra en contacto con el café para extraer sus propiedades. Por ejemplo, en una máquina de espresso toma entre 16 y 23 segundos, mientras que una Bodum necesita que el agua repose con el café unos 4 minutos antes de bajar el émbolo.



La fórmula perfecta: proporciones y temperatura
Para que no te quede ni muy fuerte, ni muy aguado, usa esta receta: dos cucharadas (10 gramos) de café molido cada 180 ml de agua. El agua debe estar a una temperatura cercana al punto de ebullición (entre 90 y 96 grados centígrados). Así puede extraer la gama completa de sabores del café. Si no está lo suficientemente caliente, no logra hacer su trabajo.

Conservación: el mito del frigorífico
Es común escuchar que el café se conserva mejor en el frigorífico, pero eso es un grave error. La luz, el oxígeno, el calor y la humedad son sus peores enemigos. Dentro del refrigerador, la humedad se condensa en el café cada vez que se abre el paquete y lo arruina. Para mantener su frescura y sabor, se debe almacenar en un recipiente opaco y hermético a temperatura ambiente.

 ¿El café se vence?
Si bien es un producto que no tiene fecha de caducidad, lo cierto es que con el correr de los días va perdiendo aroma, sabor y propiedades. Si nos ponemos exquisitos, para tener una idea, una vez abierta la bolsa de café en grano, se debe usar en un lapso de 7 días. Si el café está molido, en 24 horas. Es decir que si tomas sólo una taza de café a la semana, no te conviene comprar un kilo de café; con 250 gramos te alcanza.

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