martes, 5 de abril de 2011

Alimentación orgánica y certificaciones

   Los alimentos orgánicos son aquellos de origen agrícola o ganadero que NO son elaborados mediante sustancias artificiales, como pueden ser pesticidas o fertilizantes químicos, y por supuesto, sin transgénicos. Al no contener residuos químicos, los alimentos orgánicos se vuelven ideales para preservar la salud y el medioambiente. El café de Comercio Justo entra en esta categoría. Los cafés de Comercio Justo son orgánicos, cumplen los requisitos explicados anteriormente, no obstante, el sistema de certificación BIO es muy costoso, y por ello, sólo una de las gamas de café tiene esa certificación. Entre los beneficios de la alimentación orgánica destacan:

  • Preservan la salud de las personas: Los estudios toxicológicos reconocen la relación existente entre los pesticidas y ciertas patologías, como es el caso cáncer, alergias y asma. Esto se da fundamentalmente en quienes trabajan en los campos conservados mediante la utilización indiscriminada de agrotóxicos, como así también en quienes viven en las zonas aledañas. También genera un impacto negativo en los consumidores, quienes reciben a diario alimentos producidos a base de sustancias contaminantes.
  • Previenen la erosión de los suelos: Según investigaciones científicas, los suelos tratados con fertilizantes químicos tardan siete veces más en recuperarse y volver a ser productivos que los tratados mediante procesos naturales. La agricultura orgánica trabaja especialmente en la fertilidad de la tierra, buscando conservarla y mejorarla con vistas a futuro.
  • Eliminan los monocultivos: No se basa en la producción de un solo cultivo, por lo que evita deteriorar la tierra y volverla improductiva.
  • Protegen el agua: Al no utilizar pesticidas para el riego, los alimentos orgánicos evitan la contaminación del agua.
  • Preservan la energía: A diferencia de la producción tradicional, los procedimientos naturales se basan más en un trabajo manual con abonos verdes que no requieren de combustibles fósiles. Esto ayuda a preservar la energía y así generar menos impacto en el entorno.
  • Son más nutritivos y sabrosos: Además de contener más vitaminas, minerales, hidratos de carbono y proteínas, los alimentos orgánicos permiten conservar el auténtico aroma, color y sabor de sus materias primas.

   Al margen del café de Comercio Justo y la alimentación orgánica, los consumidores nos enfrentamos a una terminología que nos resulta ambigua para interpretar la naturaleza y modo de obtención de los alimentos. Por  ello, listamos un conjunto de etiquetas habituales y su definición, para tratar de facilitar su adquisición:

  • 100% orgánicos: Este certificado aparece cuando todos sus ingredientes son orgánicos.
  • Orgánico: Al menos el 95% de los ingredientes son orgánicos
  • Elaborado con ingredientes orgánicos: Al menos el 70% de los ingredientes son orgánicos.
  • Libre de transgénicos: También reconocidos como “libre de OMG” o “no transgénico”. Esta etiqueta permite evitar organismos modificados genéticamente.
  • Ocean Fish Safe: Pescados que no están en peligro de extinción y que fueron recolectados en una etapa madura de su vida.
  • Alimentos de Comercio Justo: Garantizan un trato justo y humano de los productores.
  • Ganado libre: Es decir que no son criados mediante maltrato animal y no están encerrados. En relación al ganado, también se deben buscar etiquetas como “criado sin hormonas”, “criado sin antibióticos” o “alimentado sin subproductos animales”.
  • Comida con envasado ecológico: Muchos alimentos certifican que contienen un envase ecológico. Esto ayuda a reducir la basura y la contaminación.

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